C. Augusto Valdés |
Bulévar de los Búntaris
Oye mi drüg, sodérzame la britva, que allí enfrente tengo a la zenchina de las grúdis
bolshis que me tiene bezúmi y vídale el arete en el bruco, si está bolshi chudésni. Pero
no chiches, ¿Dimajtas que tiene sládki glasis? La malenca devochca no me chilame.
¡Quita tus grájni grúdis de encima, bráchi corova! Que no me he acabado de bitvar
ultraviolento le saqué el crúvi a ese malchic. Esto me pome bolshi bolnoi. Me ito daleco
entre tantos lúdis. ¿Me cupeta unos masquis? Está bolshi molodoi, no debería rabotar.
Que mézqui mórder de ese mush. Me duele la guliva. No seas nadmeni que si nadchitas
no otdelcas en toda la nochi. Eso que me govoritas no es interesovat, mi drüg, no me
chilame que vidiste lo bolshi jorozó de tu yizni el otro den, que guliaste por la zona
pénqui, sobre el bulévar de los búntaris la vidiste, su sladki litso, su golós tan manet,
su méshel coshtúm. Oh no, malchic con malchic ¡está bolshi bolnoi! Lubilubando
¡que opostilét! Que se los plasquen, que se plasquen ellos y los brachi mújics que los
polozénen en concentrovas lagéri. Si no me bladeno me van a clopar. ¿Que te dimajte
esa china? No cumbles, govoritas pura chepúca ¿Que va a neniar la dobi devochca si
eres un duk, mi dogoroi drüg? No seas glupi, lánzate pa’la cantora ¿Te caque? Ya no me
narishtes, aquí me bajo.
© 2006 C. Augusto Valdés