miércoles, 21 de septiembre de 2011

Paola VillaLoredo


Paola VillaLoredo


Calles azuladas de olvido
Calles azuladas de olvido,

llenas de eléctricas estaciones,

cansadas de sentir sueños a diario

con olor a jardines que no son secretos.

Entre sus grietas se esconden lágrimas

que se ocultan bajo la humedad

del asfalto solitario.

Las miradas que se escapan

en la carne de la noche

se despiertan con la lengua matutina,

vuelven a casa.

Las esquinas se embriagan de secretos.

Los nostálgicos acompañan por un rato

el alma desolada de las calles,

comparten con ellas,

se sientan en sus piernas frías.

Tibias las hojas de los árboles se funden con ellas.

Corre el tiempo, la ciudad se vuelve liquida;

los solitarios se funden

en la esperanza.

Una historia ajena se les ha unido,

los cobija del frío.

Quizá, mañana vuelva otra.